La naturalización de los niños durante su etapa educativa estimula las diferentes estrategias de aprendizaje y contribuye a su sano desarrollo emocional, social, afectivo, cognitivo y motor. Es importante resaltar que los niños durante sus primeros 6 años de vida reciben información constante y directa del entorno en el cual se desenvuelven y todos los factores que se relacionan entre sí, influyen en el comportamiento y generan un impacto en ellos. Es por esta razón que, el desarrollarse, relacionarse y aprender en medio de un ambiente natural y verde contribuye positivamente en el desarrollo psicológico y la promoción de estados de ánimo estables, entre los principales beneficios se encuentran:
- Apoya la creatividad y resolución de problemas: De acuerdo a Kallert (2005), jugar y aprender por medio de la naturaleza permite desarrollar capacidades de creatividad, estrategias para resolver problemas y fortalece el proceso intelectual.
- Mejora la capacidad cognitiva: Estudios realizados por el Instituto de Salud global de Barcelona hallaron que la exposición a zonas verdes y naturales, a largo plazo, se relacionan con un mayor volumen de materia blanca y gris en partes del cerebro que se asocian con procesos cognitivos superiores.
- Aumenta rendimiento académico: Alumnos que se encuentran en aulas con aire libre y con educación basada en la naturaleza, muestran mejoras significativas en artes, lenguaje y ciencias, lo cual los lleva a tener mayor habilidad para adquirir conocimientos en estas áreas. (American Institutes for Research, 2005)
- Fortalece la nutrición y hábitos de vida saludables: Esto se debe a que tienen la posibilidad de relacionar el cultivo y cuidado de los alimentos cosechados con los beneficios que esto trae para la salud. (Bell and Dyment, 2008)
- Reduce síntomas de Déficit Atencional: Esta reducción se ve relacionada con la capacidad que logran adquirir los niños frente al control de sí mismos, sus impulsos y seguir reglas establecidas. (Kuo and Taylor, 2004)
El jardín y el colegio son los dos espacios en donde los niños y niñas pasan mayor parte de su tiempo a lo largo de su infancia, es por esto que desenvolverse y establecer vínculos de aprendizaje al aire libre permite que se fomente en ellos dos habilidades básicas necesarias para relacionarse correctamente con otros.
Otros beneficios que se relacionan con el contacto de los niños con la naturaleza están:
- Fortalece el proceso de visión
- Mejora las relaciones sociales
- Aumenta y fortalece la actividad física
- Capacidad de vivir el día a día, eliminando anticipación frente a las situaciones
- El control de impulsos
- Fortalecimiento del autoestima
- Reducción de malestar psicológico.
La exposición temprana a espacios que involucren naturaleza conduce a cambios positivos significativos sobre la función cognitiva de los niños, tales como memoria de trabajo y procesos atencionales, estos generan consecuencias que ofrecen una restauración psicológica y mayor capacidad de creatividad, asumir riesgos entre otros. Es por esto que el Jardín infantil Hansel y Gretel cuenta con una amplia zona verde en sus instalaciones, la cual le brinda a los niños dicho contacto con la naturaleza con el fin de promover en ellos beneficios psicólogos que fomente un desarrollo adecuado física, social, afectica y psicológicamente.